Los niños con trastornos de la atención tienen problemas para controlar su comportamiento y su rendimiento escolar puede ser bajo, lo que representa un reto para sus padres, profesores, pediatras y para ellos mismos.

 

¿QUÉ ES EL TRASTORNO POR DÉFICT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD?

El Trastorno de la atención con hiperactividad (TDAH) es un problema vinculado al comportamiento, que caracteriza a los niños como impulsivos, muy activos o inquietos y con muy poca o nula capacidad para mantener la atención, a lo que se conoce también como niños con atención dispersa. Su inteligencia, en la mayoría de los casos, es normal o superior al promedio. En ocasiones se altera su aprendizaje, sin que necesariamente éste sea un trastorno en sí mismo.

 

Se ve con mayor frecuencia en los niños que en las niñas y afecta principalmente en la edad preescolar, antes de los 12 años. Ellos saben que su comportamiento es de un niño muy travieso y que le es difícil controlarse, conducta que los padres deben entender para brindarles todo el apoyo y oportunidades para su desarrollo.

 

En algunas ocasiones puede confundirse con la actitud que manifiesta el niño para llamar la atención de los padres, sin embargo esta es temporal y generalmente se asocia a un cambio en la dinámica familiar.

 

¿CÓMO SÉ SI MI HIJO TIENE TRASTORNOS EN LA ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD?

Las manifestaciones del TDAH generalmente se inician a los tres años y es necesario descartar antes que nada otros problemas médicos o emocionales.

 

Los niños con TDAH tienen problemas para poner atención, son traviesos y generalmente muy activos. Algunos no ponen atención y son impulsivos pero no hiperactivos. Todos los niños actúan alguna vez de esta manera pero con TDAH lo hacen la mayor parte del tiempo. Aun cuando pueden mostrar signos de TDAH a una edad temprana, se identifica cuando empiezaN a ir a la escuela, al enfrentarse con las estructuras y reglas de conducta.

 

No existe un solo examen para diagnosticar TDAH, se requiere una historia completa de la salud del niño, de su comportamiento en la casa y en el colegio, información de los profesores y un examen médico exhaustivos.

 

NIÑOS DE 3 A 5 AÑOS DE EDAD

Movimiento constante.

Frecuentes cambios posturales mientras comen: me levanto, me siento, voy por eso, ahora a por aquello…

El tiempo que dedican al juego es muy breve.

Pasan rápidamente de una actividad a otra.

Tienen dificultad para responder una orden sencilla.

Juegan de forma desordenada y más escandalosamente que otros niños.

No paran de hablar y constantemente interrumpen a los demás.

Tienen problemas para compartir y esperar.

Toman las cosas de los demás sin permiso.

Se «portan mal» frecuentemente.

Tienen problemas para conservar amigos.

Los maestros los etiquetan como «difíciles de manejar» o con «problemas de comportamiento.

NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS

Frecuentemente realizan actividades peligrosas sin considerar las consecuencias.

Son muy inquietos, se suben y bajan sin descanso en las sillas y constantemente se levantan en el aula.

Se distraen con mucha facilidad y no terminan sus tareas.

Tienen problemas para seguir instrucciones.

Juegan de una forma “agresiva”.

Hablan en el momento inapropiado y responden abruptamente a las preguntas que se les hacen.

Tienen dificultad para esperar su turno en juegos o en actividades de grupo.

Son desorganizados y constantemente pierden las cosas, son «descuidados» tanto en la escuela como en la casa.

Son socialmente inmaduros, con pocos amigos.

Los maestros los identifican como «faltos de motivación» «perezosos», «que se duermen de día» o «con problemas de comportamiento».

¿CÓMO SE MANEJA EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE  ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH)?

El tratamiento temprano ayuda al niño a crecer felizmente. Muchos niños con TDAH escogen carreras que se adaptan a su comportamiento. La ayuda y el apoyo que hoy reciban de sus padres, profesores y pediatras será fundamental.

 

El comportamiento de los niños con TDAH puede crear tensión en los padres y la familia; sin tratamiento continuará afectando a toda el entorno familiar. Puedes ayudarlo estableciendo horarios diarios para levantarse, comer, bañarse, ir a la escuela y dormir. Sé consistente con él; en lo posible evita enfrentarlo a situaciones que pueda sobreestimularlo. Los niños con TDAH principalmente llaman la atención de sus padres cuando hacen algo mal. Es importante recompensarlos con palabras amables, abrazos y regalos ocasionales ante un comportamiento positivo. Esta clase de reforzamiento y el amor de sus padres, familia y amigos ayudará a tu hijo a sentirse bien consigo mismo.

 

Nunca son recomendables los castigos físicos, como nalgadas, bofetadas o golpes, en lugar de esto es más efectivo usar técnicas de modificación de conducta, tratar de ignorar su comportamiento y que se continúe con alguna actividad, dale tiempo al niño a que se tranquilice, habla con él acerca de su comportamiento y asegúrate que entienda las consecuencias del mismo.

 

Los medicamentos que mejoran su atención son muy útiles en su tratamiento; puede ser extraño darle estimulantes a los niños con hiperactividad, pero sorprendentemente llegan a estar más quietos y más atentos. Aunque no deberá ser un tratamiento exclusivo.

 

El medicamento que más se usa para los niños en edad escolar es Ritalin (hidrocloruro de metilfenidato), otros son Dexedrina (dextroanfetamina), tricíclicos y clonidina. Si bien estos medicamentos no son adictivos, pueden tener efectos secundarios como dolor de cabeza, pérdida de sueño y apetito y depresiones; deben utilizarse únicamente bajo la vigilancia del pediatra, neurólogo y psiquiatra.